Autopublicar tu primera novela es como adentrarte en los pasadizos secretos de una biblioteca mágica, llena de peligros ocultos… y de formularios interminables. Comenzando desde la revisión de tu manuscrito que es donde piensas «Bah, esto no será tan difícil». Pero rápidamente te das cuenta de que revisar una novela es como enfrentarte a una horda de orcos: cada frase que pensabas que estaba bien, de repente se convierte en un monstruo que necesita ser derrotado. Y no importa cuántas veces leas, siempre hay algo nuevo que ajustar. Es como si las erratas se reprodujeran en la oscuridad cuando cierras el documento.
Superado ese desafío, llega el siguiente nivel: elegir la plataforma de autopublicación. Amazon, Lektu… ¡parece el Juego de Tronos de las plataformas! Y tú, cual Daenerys con sus dragones (pero sin dragones), intentando decidir dónde plantar tu bandera. Porque claro, todas te prometen el trono (o mejor dicho, el bestseller), pero ninguna te dice cómo salir viva de los impuestos, las condiciones de exclusividad, o ese archivo epub que de pronto parece un código antiguo perdido.
Y cuando ya has decidido dónde publicar, llega el momento de los precios. «¿Cuánto debería cobrar por mi novela?» Ponerlo muy bajo es como vender tu alma por tres galeones, pero si lo pones demasiado alto, tu libro podría quedar más invisible que el Mapa del Merodeador cuando no lo sabes usar. Y luego están las ofertas, las promociones, y los márgenes que te quedan para ti. Spoiler: después de las comisiones de la plataforma, impuestos y el matcha que te tomas mientras lo piensas, te queda menos que galeones en la Bolsa de Gringotts.
¿Y qué hay de la promoción y el networking literario? Ah, aquí es donde tu verdadera habilidad como protagonista de tu propia saga se pone a prueba. De repente, te encuentras intentando hablar con otros autores, como si fueras Bilbo Bolsón pidiendo ayuda a Thorin, sin saber muy bien si te van a echar de la Compañía.
¿Redes sociales? ¿Eventos literarios? Es como tener que domar a un hipogrifo en público, con todo el mundo mirando, y tú sin saber si debes ofrecerle respeto o una buena campaña de Instagram Ads.
Pero, ¿y si te dijera que todo este proceso desde la revisión hasta los precios y la promoción podría ser mucho más sencillo?
Imagina que tuvieras una Guía de Autopublicación para tu primera novela, donde cada paso estuviera claramente explicado, como si tuvieras un mentor literario que te acompañara en cada decisión crucial.
Porque, amiga, sobrevivir a la autopublicación es más fácil cuando tienes un mapa… y no te lo tienes que inventar mientras luchas contra las fuerzas del mercado editorial y yo estoy dispuesta a compartir mi mapa contigo.
Muy atenta porque esto está a punto de ser una realidad.