Jane Austen ha sido una inspiración en mi vida.
Siempre he sido una enamorada de los clásicos, leí muchos durante la adolescencia, pero por algún motivo, crecí pensando que Jane Austen era otro tipo de escritora muy diferente.
Encontré un libro de Austen de oferta y eso me animó a acercarme a su escritura y conocerla. Orgullo y prejuicio no tardó en convertirse en uno de mis libros preferidos.
Llegó a mí pasados los treinta, pero cuando lo hizo, fue para quedarse e influirme como pocos libros antes. Es una lectura en la que me gusta dejarme caer de forma anual y aunque ya lo he leído como seis o siete veces, cada vez lo disfruto más que la anterior.
Cuando comencé a escribir Primeras impresiones, tenía claro que quería un enemies to lovers, siempre me han gustado las historias que crean tensión entre los personajes y que no ponen fácil un desenlace feliz. La vida no siempre es fácil y las historias creo que tampoco deben serlo.
Tras mucho pensar, me di cuenta de que mi novela preferida; Orgullo y prejuicio, tenía un enemies to lovers muy potente y que tal vez incluso es uno de los primeros de la literatura, así que ni corta ni perezosa, me propuse hacer un retelling.
Evidentemente, aunque hay muchos elementos en el esqueleto de la historia, que pueden recordar a Orgullo y prejuicio, el argumento se ensanchó y se expandió, tomando un rumbo diferente y explorando mucho más allá de donde queda el libro original de Jane Austen, nunca he sido amiga de los finales felices sin más, me gusta saber mucho más allá de ese final perfecto. Quería que Primeras impresiones contemplara las dificultades que Orgullo y prejuicio solo toca de puntillas.
¡Espero haberlo conseguido!
Por otro lado, cuando escribes un retelling, tienes una gran responsabilidad para con la obra original, se tiene que mantener la inspiración que hace que la obra en sí sea un retelling, pero dándole nuevos matices de luces y sombras. Me esforcé mucho en que así fuera, en que la historia fuera una versión actualizada y moderna, que pudiera recordar, pero que no resultara un calco.
Rodrigo se convirtió en mi señor Darcy y Sara en una Elisabeth moderna. Ambos personajes me han dejado muy satisfecha, aunque por raro que suene, muchas veces me han hecho enfadar e incluso emocionarme.
Cuando das un carácter y una personalidad a esos mismos personajes, sabes que en ocasiones ellos tomarían unas decisiones muy diferentes a las que tú hubieras contemplado y eso hace que la historia acabe tomando un rumbo diferente, desde mi punto de vista, hace que el proceso de escritura sea aún más especial y sorprendente, aunque a veces haya que rizar muchos rizos.
En resumen, si sois fans de las novelas románticas, de los retellings o simplemente enamoradas de Austen (como yo) espero que este libro os entusiasme tanto como me ha entusiasmado a mí escribirlo. Ha sido tres años de dar vueltas y perfeccionar una historia que solo existía en mi cabeza. El tiempo me ha enseñado mucho y sobretodo ha facilitado que la obra haya quedado en su versión más depurada y redonda.
Si lees mi libro y te gusta, no dudes en dejar tu comentario. Nada me haría más feliz que saber vuestra opinión. Evidentemente si no te gusta, también puedes comentar, aunque espero de corazón que la disfrutes y que te enamores un poquito de todos los personajes maravillosos que se esconden entre las páginas de mi libro. Yo me he enamorado de todas y cada uno de ellos.
Y ahora…
¡A disfrutar de la lectura!